María Miró, nuestra responsable de marketing, tuvo el placer de entrevistar a la artista Flavita Banana, nueva colaboradora con la que empezamos a trabajar en Tienda Pasquín en mayo.

Flavita Banana (Flavia Álvarez-Pedrosa Pruvost) es una de las viñetistas más conocidas y relevantes de lengua hispana actualmente. Realiza colaboraciones en S Moda, Orgullo y Satisfacción, Revista Mongolia y El País; y ha publicado los siguientes libros: Las Cosas del Querer (Lumen, 2017), Archivos Estelares (¡Caramba!, 2017), Archivos Cósmicos  (¡Caramba!, 2019), Archivos Espaciales (¡Carambra!, 2020) y Archivos Lunares (¡Caramba!, 2022).

A continuación puedes leer la entrevista que le hizo María. 

Hemos quedado con Flavia para conectarnos a las 14h de España y las 8h de Chile. Yo llevo, la verdad, unos cuantos días nerviosa. Esa mañana me levanto de un salto, algo que no me pasa verdaderamente nunca.

Me conecto 10 minutos antes de puros nervios, y me quedo releyendo algunas preguntas que tengo anotadas para hacerle a Flavia intentando acallar una vocecita que dice “estas preguntas no están a su altura, tú no eres periodista”. 

Lo que Flavia y ustedes lectores no saben, es que Natalia, la creadora de Pasquín, y una servidora, trabajábamos en el área de marketing de una empresa juntas y el día que Natalia se fue de la pega, yo le imprimí ahí mismo en la sala un dibujo de Flavita Banana que me gusta mucho… en un papelillo arrugado y pequeño le imprimí esta ilustración de una mujer bailando, o dejándose llevar…  una mujer disfrutona. 

 

Aún no lo sabíamos, pero aquel día Natalia estaba dando su primer paso para crear Tienda Pasquín, y de alguna forma, aquella mujer era ella. 

Tres años después, ese papelito medio arrugado sigue colgado sobre la cama de la Naty y estamos a punto de conocer a esta maravillosa artista que es Flavita Banana porque hemos cumplido el sueño de tenerla entre la vitrina de artistas de Pasquín. Un cierre de círculo muy bonito, ¿no creen? 

Flavia llega puntual a la cita online, se la ve tranquila y relajada, está en su casa y tiene esa  media sonrisa que tiene la gente buena y curiosa a partes iguales. Fue un agrado esa actitud porque me ayudó a templar los nervios y poder empezar a charlar con ella. 

Le explico que hacemos siempre las mismas preguntas a nuestros artistas colaboradorxs para que la gente pueda conocerlxs mejor, y quizás sin mucho tacto le lanzo la primera: ¿Cuál es tu recuerdo más bonito de la infancia? Me sorprende la rapidez con la que genera su respuesta y acude al recuerdo: 

F: Yo creo que por la noche era, antes de acostarme… estar en la cama esperando y oyendo que mi madre subía las escaleras para venir a dar las buenas noches, sabes? Se sentaba un ratito al lado de la cama, hablábamos un poquito, me rascaba la espalda… nos daba besos y luego se iba a ver a mi hermana. Pero yo creo que ni siquiera era el momento. El momento era cuando yo estaba en la cama y sabía que ya venía y que me iba a dar las buenas noches. Es como la sensación esa de que algo bueno va a pasar, ni siquiera está pasando aún. Como cuando te vas de vacaciones y estás pletórica, la posibilidad de lo que se viene.

M: La tenías clarita eh? Qué ternura, esos momentos cuando sabes y esperas que algo bueno va a pasar.. belleza. Otra pregunta que siempre hacemos a nuestrxs colaboradorxs es qué serie o peli te gustaría volver a ver por primera vez.

F: Hay bastantes eh…hay bastantes. A mí me cuesta mucho prestar atención en general, me cuesta estar sentada quieta. Por ejemplo al cine no voy, porque no sé estar una hora y media o dos horas sentada y me acuerdo que la serie que vi que me quedé clavada y me la tragué entera y absolutamente hipnotizada por la pantalla fue la primera temporada de True Detective. Con Matthey McConaughey y Woody Harrelson, que incluso ahora se habla que podrían ser incluso hermanos. (risas)

M: Qué seriaza. Sí, lo he leído… qué rayada, ¿no? En verdad les pega.

F: Pues yo cuando me encuentro a alguien que no la ha visto, le digo: ¿que qué? me muero de la envidia, porque vas a poder sentir esto por primera vez.

M: Está muy guapa. Además yo me acuerdo que no la vi en el momento que salió, aunque tampoco hacía tanto de eso y era como de las primeras series así muy guapas, que empiezas a ver como en formato ya de cine, eso recuerdo yo.

F: Sí, sobre todo yo que sé… las escenas donde es el presente y él está en comisaría y habla y bebe y fuma y tal… o sea es hipnótico. Me acuerdo que me flipó y toda la historia no sé, me atrapó muchísimo, me gustó mucho en todos los sentidos. 

M: Ahora solemos encaminar las preguntas hacia el arte y nos gusta preguntar a los artistas en qué se inspiran para crear.

F: Pues yo creo que en lo que me rodea, ¿no? la normalidad que es anormal en realidad, pero bueno… yo creo que, sí, en lo cotidiano en lo cercano, las mujeres ¿no? y… tratar de encontrarle lo especial a lo banal sobre todo. Y así hacer que la gente sea un poquito más feliz o se ría un poco más viéndose reflejada en alguna situación muy cotidiana pero decir: ostras, puede tener su poesía, su humor o no somos tan especiales. 

METRO: ¿Tú vives el mundo así en la clave de humor con la que dibujas, o sea, ese es tu mood? 

F: Sí sí, soy muy graciosa (risas). Pero sí hago muchos chistes orales también. Le encuentro la gracia a las cosas o la vuelta… porque a veces el humor no es la mofa del chiste bobo, sino: te has dado cuenta que… tal cosa, y en algunos casos, cuando me pasa eso, me lo apunto porque digo aquí voy a poder sacar una viñeta. El radar está encendido todo el día.

M: Otra de las pregunta que siempre hemos querido hacerte es, ¿qué es lo que más te gusta pintar?

F: Pues va a sonar que puede ser una burrada … pero ¿pintar o dibujar?

M: Pintar, siempre decimos el verbo pintar.

F: Pues ayer tapé agujeros de clavos de mi casa con masilla, lo he lijado y lo he pintado para que se vea la pared bien y es lo que más gusto me da en el mundo. ¿Sabes? Las pequeñas reparaciones del hogar, con pintura. Mi trabajo es tan mental al final, porque es tanta la búsqueda mental del chiste, de lo que voy a hablar y tal, por lo menos en mi día a día con el trabajo para El País, que cuando puedo hacer algo banal y físico soy feliz. Por ejemplo, si hay mucha suciedad en casa y tengo que limpiar, pues digo que bien, es algo que hacer físico y de no pensar, de cansarse físicamente e ir cansada a la cama.

M: Qué guapo. No sé cómo meter en la entrevista que lo que más te gusta pintar es paredes.

F: Sí sí, arreglar hoyos en las paredes de casa porque tengo muchos cuadros y los voy cambiando de sitio y venga a arreglar.  

(risas)

M: Normalmente ya no hacemos más preguntas. Pero sí que me había preparado algunas extra para ti relacionadas con Pasquín. Natalia crea Pasquín, bueno, porque en mi opinión tiene una sensibilidad para el arte heavy y porque también en la premisa de que, bueno yo creo que tú conoces mucho la realidad chilena.

F: Sí, estuve allá.

M: (...) La cosa es que Natalia lo crea con el fin de que la gente tenga arte en casa, ¿no? como “quiero que la peña tenga arte en casa y además quiero que sea un arte como relativamente sostenible y que lo puedan reutilizar”. Entonces quería saber en relación a esto, tenía preparada  una pregunta de risa y otra pregunta en serio. La de risa es: ¿Conoces a alguien, te lleva a su casa y… cuál sería una red flag decorativa para ti? Da igual quién sea o el tipo de cita, romántica no romántica, te lleva a su casa y ves un elemento decorativo que es una red flag para ti. 

F: Eh… yo creo que es una bandera española. O sea me da igual si es una cita, un nuevo amigo o amiga que he hecho una fiesta a la que voy, tal, y una bandera de tela clavada grande en casa de alguien yo ya… es que no… o sea podría escuchar la conversación que pueda tener esa persona o lo que sea, pero si eso no se me va a quitar de la casa va a marcar una distancia muy grande. De la misma manera que si tuviera una bandera catalana gigante. Pero creo que, por ser yo catalana, la española me chocaría más y no viviría el correcto funcionamiento del acontecimiento. A mí se me olvida que vivo en Barcelona y cuando viajo, que viajo bastante por España y veo banderas españolas en los balcones es que me alucina… y sin embargo aquí hay catalanas, sabes, tampoco me tendría que sorprender tanto, pero como luego no veo nunca españolas, lo asocio mucho a un fascismo que quizá no es, que quizá es sencillamente es un patriotismo sin más, pero es que el mero patriotismo ya me supone un choque muy grande. Si Francia tiene la francesa, también me choca mogollón.

M: Si has podido bucear por la vitrina de Pasquín habrás visto la categoría de arte clásico. Quería preguntarte si hay alguna obra clásica que te guste mucho.

F: Yo creo como para vestir una casa, ¿no? O sea que diga ostras, porque es que la gente tiene reproducciones de obras clásicas en casa, también es un poco… también es una cosa que me rechina un poco… ¿no? Sobre todo si son cosas de Dalí, que Dalí es buenísimo pero a la vez es horrible, es horrendo lo que hace. Es horroroso, ese nivel de oscuridad…cutre, horrible. 

Pero yo creo que Picasso, maldito sea él, pero sus dibujos a tinta y a línea….tiene muchos caballos, artistas de circo y malabaristas con caballos, dibujos que hace con una línea…o de mujeres solo, una mujer desnuda… pero para mí es el maestro número 1 de la línea. Y me sabe mal, porque como persona es despreciable y por todo el mal que ha hecho a nivel humano. Pero, fíjate lo mucho que me llega a gustar su obra, que me atrevo a decir que si pudiera comprar arte, tener el dinero para comprar arte, sería una obra de Picasso seguro. 

M: O sea que en este caso, con este ejemplo, sí que podemos separar la obra del artista.

F: Yo creo que todo lo que sean conceptos en los que hay que separar sí o no, creo que es una idea de separación muy patriarcal, muy jerárquica, muy recta, rollo blanco o negro, 0 o 1… y esto yo creo que el feminismo o el fin del patriarcado implicaría, ojalá , que las cosas puedan ser grises, que haya cosas intermedias-  Entonces yo creo que la obra pictórica en sí y el artista se tienen que separar , pero el contenido de la obra y la vida personal del artista y sus acciones, tiene que estar acompañando a la obra para informar a los ojos que lo ven y que esa persona puede decidir o pueda ver un contexto. Porque de repente es lo que pasa con Picasso: estaba enamorado de una, la pinta súper bonita y luego se cabrea con ella y la pinta horrible con 85 dientes. Esto ocurre, dejó de estar enamorado y tenía una amante, entonces pinta a su mujer fea (...) Yo creo que lo que hay que hacer es informar. 

M: Y una pieza que nunca tendrías de arte clásico o moderno? 

F: Posiblemente los ángeles esos de Miguel Ángel (creo que es Miguel Ángel, no me acuerdo si es de Miguel Ángel) o tampoco la creación del mundo de la Capilla Sixtina, con Adán y Dios ahí tocándose el dedo sí, creo que no no tendría eso en casa.

M: Yo creo que no tendría los girasoles estos, de Van Gogh …

F: O también la Gioconda, que es un cuadro feo, o sea es feo… tiene mucho interés, hay una historia muy interesante ahí. Pero la cagan ahí, sí que se juntan artista y obra. Pero en los girasoles… ¡qué me vas a contar que los girasoles es un cuadro bonito! Es un cuadro rompedor para su época y esa persona seguramente empieza a pintar cosas… pues a su manera y rompedor en su época pero que hoy en día te parezca bonito… 

Le digo que le preguntaría miles de cosas, pero en ese momento entra Natalia a la conversación y justo tiene detrás un Pasquín de Rousseau XXL.

F: ¡Ay! mira justo María cuando me has dicho que qué obras podría reproducir Pasquín, te iba a decir que uno de los más bonitos es Rousseau… sí mira ese y justo lo veo ahora sí.

M: Rousseau es el que tiene uno también que sale una cara muy power de un tigre o una Puma o no sé qué animal es

F: Rousseau pinta escenas de jungla o bosques y además no sabía pintar, de teoría no tenía ni idea, pero eso es lo que hace bonito. Trabajaba de aduanero en el puerto, o sea que no era pintor en absoluto.

Natalia: Eso es, pintaba casi fotográficamente, como realista, y él llegó con ese estilo.

Podríamos habernos quedado a hablar por horas, pero Flavia es una artista muy solicitada, y Naty una mamá y CEO muy ocupada. Entrevistar, si se puede llamar así, a Flavia ha sido una de las cosas más bonitas que me ha tocado hacer en la pega. 

Tienda Pasquín y Flavita Banana

Hay una cosa que no le dije a ella, pero que sí quiero contarles a ustedes lectores, y es que para mi, ella es una gran inspiración y una de las pocas mujeres referentes a las que me gusta seguir en redes sociales.  

A pesar de que no habla mucho de su vida, escucho sus podcast y la sigo en redes, y se trata de una mujer que, a mi parecer, asume el paso del tiempo con dignidad, con ternura y con respeto. Tiene un increíble talento que está unido a un sentido de la humanidad que desde el primer momento se puede sentir. Pero sobre todo es una referente para mi porque siento que es una mujer libre. Hay pocas mujeres de 34 años hoy por hoy en mi mundo que no tengan ansiedad por no tener una relación estable, por no tener propiedades, o hijxs, o un nivel de vida determinado. 

Al menos a mi me ha costado encontrar mujeres en las que mirarme, donde pueda encontrar que la soltería es un estado en sí mismo y no un estado de espera hacia otra cosa, que el feminismo es un movimiento activo, vivo, y que como feministas podemos permitirnos cambiar de opinión y evolucionar con él. 

Y Flavia ha conseguido ser eso. Un espejo donde poder asomarme cuando me busco y no me encuentro. No espero parecerme a ella, no lo busco. Pero saber que existen mujeres así en el mundo me hacen sentir más cómoda. 

Entrevistarla para Pasquín y conocerla, ha sido todo un regalo. Una sorpresa placentera. Naty y yo no nos creíamos que íbamos a presentar en catálogo la obra de Flavita Banana. ¿Y ahora? Miren. Acá tienen mis pasquines favoritos del año: 

 

Maria Miro